sábado, 23 de abril de 2011

Yo tenía algo asi como una personalidad...

Un amor ahogante, maltratador, pernicioso, de la peor clase, me borró como individuo y emergí deliciosamente como parte de un organismo diabólico y destructor. Ahora que ya no está soy la parte perdida de una entidad desaparecida. El engranaje de una inútil maquina de mierda que ya nadie necesita.  Soy una especie de pieza de museo del sadismo (si es que algo así existe) y mi inutilidad museal me regala una mirada de vuelta, que dice que la historia que quiero contar es mentira, que la ficción es demasiado grande como para mantenerla, y que el amor ese que tenía era penquita y dolorido, y que no me alcanza ni para sádica, ni menos para parte de maquina, y que cada tanto me agarraban a chuchadas y yo como pendeja huevona corría de ida y vuelta hasta el cine hoyts para ver si cuando volvía me habían hechado de menos, y se me habían quitado las ganas de chuchear de vuelta. Así de pedestre y poco aurático era nuestro amor...pero ese es el secreto.

1 comentario:

  1. Sí, a veces nisiquiera sabemos
    Quienes somos...

    Te envío mi abrazo.
    Dani..

    ResponderEliminar